domingo, 18 de noviembre de 2012

Capítulo 13


Me despierta la luz del día y me levanto. Corto un cacho del conejo de ayer y me lo como crudo, porque si enciendo un fuego vendrán los profesionales y me matarán.
Después guardo todo en mi mochila y bebo agua. Me queda como mucho un trago. Necesito agua potable y esa no creo que lo sea. Salgo a explorar. Encuentro unos palos y me siento a fabricarme un arco. Después de una hora ya tengo un arco que puede servir para algo. Me fabrico también unas flechas y me las guardo en el cinturón. Ando y, tras unas horas andando, me paro a descansar, y de repente, oigo unos ruidos detrás de mí. Cargo una flecha en el arco y me levanto. Entre unos matorrales, aparece Alex, el niño del distrito 10, con una lanza preparada para atravesarme. Y estamos así, apuntándonos mutuamente sin decir ni una palabra.
-Creo que esto no nos va a servir de nada- Me suelta Alex.
-Lo mismo digo.
-Somos los dos listos, si unimos nuestras armas y provisiones, tendremos más posibilidades, ¿no crees?
-Entonces, ¿aliados?
-Aliados- Me responde él
Bajamos las armas a la vez. Aliarme con este niño la verdad es que no me causa malas sensaciones. Para la edad que tiene, es verdad que es muy listo y además sacó una nota muy alta en los entrenamientos. Era uno de mis fichajes para aliado.
Nos sentamos en unas rocas y juntamos todas las armas y provisiones. Él tiene: 6 lanzas, unas gotas para potabilizar el agua (mi salvación), otro saco de dormir, unas gafas para ver en la oscuridad y ya está. Me da 3 lanzas y vamos otra vez de camino a mi lago para rellenar las cantimploras.
Es un niño muy simpático la verdad. Me cuenta que en su distrito trabajan desde los 10 años y por eso sabe hacer tantas cosas.        
Cuando llegamos al lago, muertos de sed, cansancio y calor. Sacamos las cantimploras y las llenamos. Las echamos unas gotas del líquido para potabilizar y dejamos que haga efecto un cuarto de hora. Mientras, nos quitamos la ropa y nos tiramos al lago para refrescarnos. Luego nos tiramos en las rocas para secarnos y es ahí cuando se oye un cañonazo y aparece un aerodeslizador muy cerca nuestra recogiendo un cuerpo.
Alex y yo pensamos igual, recogemos todo, y nos escondemos entre unos matorrales.
Se oyen unas voces que se acercan cada vez más y carcajadas que dicen: ¿habéis visto su cara? ¡dios que divertido, me pido el siguiente!
Se acercan los profesionales. 
                   

No hay comentarios:

Publicar un comentario